Todo comenzó en una charla con Borja Insa, un coctelero al que admiro por su creatividad y pasión por la mixología. La idea era clara: queríamos crear un lugar en el corazón del Casco Antiguo de Zaragoza donde la gente pudiera vivir una experiencia única. Desde el principio, me entusiasma la idea de contar con un equipo de chefs que experimentaran con técnicas y sabores distintos. La coctelería no puede ser solo una bebida; tiene que contar una historia, y eso lo logramos trabajando de la mano con Borja.
La clave del proyecto está en la conexión entre la coctelería y la gastronomía. Nuestro menú degustación está diseñado para complementarse perfectamente con los cócteles, creando una sinfonía de sabores que sorprende a cada bocado y cada trago. Buscamos siempre ingredientes frescos de temporada, sin aditivos, y preparados de forma natural. Queremos que la gente sienta lo auténtico en cada sorbo.
El Moonlight no solo es un bar; es un laboratorio donde podemos jugar con nuevas ideas y sabores. Además, la música también forma parte de la experiencia, ajustando el ambiente dependiendo de la mesa en la que te sientes. La idea es que cada visita sea única y memorable.
Estoy emocionado de ver cómo ha crecido este proyecto y de compartirlo con todos vosotros. ¡Nos vemos en el Moonlight!